“Necesitamos crear mayor conciencia y defender la libertad académica en las Américas”
Viviana Fernández, representante de la Coalición por la Libertad Académica en las Américas (CAFA), nos cuenta sobre los objetivos y actividades de CAFA para visibilizar y abordar los mútiples desafíos que la comunidad académica enfrenta actualmente en la región
¿Cómo y por qué se creó la Coalición por la Libertad Académica en las Américas?
La Coalición por la Libertad Académica en las Américas (CAFA) es una respuesta a la necesidad de una mayor concientización y defensa de la libertad académica en toda la región. CAFA surgió del interés de Scholars at Risk (SAR) y dos de sus miembros, la Universidad de Monterrey (UdeM) y la Universidad de Ottawa (uOttawa), por hacer algo que resonara dentro de la región de las Américas para proteger y defender los valores de la educación superior y la libertad académica. Reconociendo que el sistema interamericano podría ser un terreno fértil para desarrollar directrices claras y adaptadas regionalmente en torno a la libertad académica, lanzamos formalmente esta asociación a principios de 2021.
Viviana Fernández
SAR y uOttawa habían trabajado durante algún tiempo organizando sesiones e interactuando con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), centrándose en la libertad académica. Los socios también prepararon informes legales y Amici sobre casos destacados en Colombia, Chile y México, y venían monitoreando los ataques contra las comunidades de educación superior en varios países desde 2018. La UdeM aportó sus conexiones en la región y su capacidad de relacionarse con nuevos colaboradores y personas afines para establecer una red en diversos países.
El lanzamiento de CAFA coincidió con un momento en que surgía un discurso creciente en torno a la comprensión jurídica y práctica de la libertad académica en todo el mundo, que prometía servir de base para una respuesta regional. Esto incluía el Informe de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Libertad Académica de David Kaye, antiguo Relator Especial de la ONU sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, que destaca el papel especial que desempeñan los académicos y las instituciones académicas en las sociedades democráticas. El texto, publicado en octubre de 2020, señala que «sin libertad académica, las sociedades pierden uno de los elementos esenciales del autogobierno democrático: la capacidad de autorreflexión, de generación de conocimiento y de búsqueda constante de mejoras en la vida y las condiciones sociales de las personas».
¿Cuáles son las principales líneas de trabajo y estrategias de la Coalición para fortalecer la libertad académica?
Los principales objetivos de la Coalición son (1) contribuir a la aplicación efectiva de los Principios Interamericanos sobre Libertad Académica y Autonomía Universitaria que fueron adoptados en Diciembre de 2021; (2) aumentar la comprensión pública de la importancia de la libertad académica para una sociedad democrática en las Américas y proteger los espacios donde científicos, responsables políticos y defensores y defensoras pueden desarrollar soluciones a los problemas de la sociedad; (3) monitorear las situaciones que puedan afectar a la libertad académica en las Américas y establecer contactos con las partes interesadas pertinentes; (4) liderar, apoyar y desarrollar una red hemisférica sostenible de defensores, defensoras y aliados, que estén bien posicionados para identificar y responder a las amenazas, y generar estrategias para proteger y promover la libertad académica que sean consistentes con las normas internacionales y adaptadas a las realidades locales.
En cuanto al primer objetivo, CAFA es miembro de una red académica de la CIDH y, en este contexto, apoyamos activamente el desarrollo y la adopción de los Principios Interamericanos sobre Libertad Académica y Autonomía Universitaria. Este desarrollo se produjo después de dos años de compromiso con la Comisión, comenzando con una audiencia en Sucre, Bolivia, en febrero de 2019. Los Principios describen los fundamentos de un enfoque de derechos humanos para responder a los ataques contra la libertad académica. Aunque se basan en gran medida en documentos existentes de derecho vinculante y no vinculante, los miembros de CAFA presionaron con éxito para que se incluyeran normas que respondieran a cuestiones actuales que preocupan a nivel mundial, como el creciente problema de los nombramientos políticos para puestos de liderazgo universitario. El documento incluye una sección sobre la aplicación y un mecanismo para supervisar las violaciones y el cumplimiento de las normas establicidas, con el fin de garantizar que la siguiente fase se centrará en proporcionar una orientación real a las universidades, profesores y profesoras, estudiantes, defensores y defensoras, y líderes políticos, sobre cómo hacer que los Principios sean una realidad vivida en los campus de las Américas.
Para abordar el segundo objetivo, debemos generar un entendimiento fuera del espacio de la educación superior sobre la importancia de la libertad académica. Por este motivo, se invitará a representantes de organizaciones de la sociedad civil (OSC, organizaciones que trabajan en educación, derechos de la mujer, libertad de expresión y otros temas relacionados) a asistir a las conferencias anuales de CAFA, a reuniones y seminarios virtuales, se proporcionará asesoramiento estratégico y, potencialmente, se podrán desarrollar acciones conjuntas de defensa cuando los temas coincidan. Las sesiones centradas en países específicos también ayudarán a mostrar casos que puedan aprovecharse o servir de ejemplo en otros contextos. Entre los invitados figurarán OSC locales y regionales que trabajen en litigios de interés público, de modo que cuando surjan casos justiciables de libertad académica, se identifiquen y se actúe en consecuencia en los tribunales locales o nacionales.
Para el tercer objetivo, trabajamos con SAR, uOttawa y un grupo de socios regionales y estudiantes para monitorear situaciones y ataques en todos los países del hemisferio. Además, CAFA realiza investigaciones para redactar notas conceptuales, documentos informativos, presentaciones y escritos/amicus curiae en apoyo de casos en la región. Este trabajo también puede implicar la identificación de posibles testigos expertos para casos relacionados con la libertad académica que operen en todo el continente americano.
En cuanto al cuarto objetivo, nos estamos centrando en la creación de redes a través de un alcance específico y sostenido con las principales instituciones nacionales y regionales de educación superior, asociaciones, académicos y organizaciones de la sociedad civil, buscando oportunidades para presentar el proyecto a través de comunicaciones en línea, conferencias y eventos. Para ello, nuestra página web muestra contenidos en español, inglés, portugués y francés. En ella, tenemos previsto compartir recursos, ejemplos de argumentos jurídicos, material clínico e instructivo de alta calidad, instrumentos internacionales, decisiones jurídicas, vídeos y noticias regionales de interés para nuestros miembros, aliados y aliadas. Boletines informativos, seminarios web o podcasts sobre temas relevantes ayudarán a mantener el interés de los miembros por participar en esta labor y seguir de cerca la evolución de la región.
Al organizar el trabajo en torno a estos cuatro ejes, la intención de CAFA es reforzar el papel de la libertad académica y la educación superior en apoyo a sociedades pacíficas, prósperas, inclusivas y respetuosas de los derechos. Al hacerlo, la Coalición y sus miembros se convertirán en líderes mundiales en el desarrollo de normas y estándares de derechos humanos relevantes y generarán mejores prácticas que otras regiones podrán seguir.
¿Cuales son las principales problemáticas y desafíos que están afectando la libertad académica y aumentando los riesgos para investigadores y profesores universitarios en la región?
Entre los ataques más frecuentes a la enseñanza superior en la región se cuentan la represión recurrente de la expresión estudiantil, los asesinatos, las desapariciones, el encarcelamiento y el exilio de académicos y estudiantes por parte del Estado, las restricciones a la expresión dentro y fuera del campus, las amenazas a la autonomía universitaria y las incursiones de la policía y las fuerzas de seguridad en los campus universitarios, las medidas de desfinanciación dirigidas a áreas de estudio o clases específicas, así como el acoso y las agresiones sexuales en los campus. Los conflictos, las injerencias políticas y la pandemia de COVID-19 han agravado estos problemas, al poner en peligro la investigación y la enseñanza universitarias, disminuir el espacio para el estudio y el análisis de iniciativas y programas gubernamentales, reducir las instituciones a funcionar en gran medida en línea, detener los intercambios internacionales, imponer medidas de austeridad debido a la crisis financiera derivada de la pandemia o cerrar universidades por completo. Los problemas de discriminación racial también están presentes en la región y van desde los insultos racistas en las aulas y las reuniones en línea hasta el trato discriminatorio dentro y fuera del campus. Al mismo tiempo, situaciones prolongadas como la de Venezuela han seguido su curso sin perspectivas de cambio.
En cuanto a la autonomía universitaria, los casos de dirigentes políticos que nombran a sus aliados en puestos de dirección universitaria, sin consultar apenas a la comunidad de enseñanza superior afectada, están teniendo graves consecuencias en Brasil, México y Estados Unidos, alterando fundamentalmente los planes de estudios, la gobernanza universitaria y el carácter de las universidades en general.
Los académicos pueden enfrentarse a riesgos tanto por el trabajo que realizan como por su activismo. Sin embargo, uno de los principales retos a la hora de concientizar sobre la naturaleza generalizada de estos problemas es que, la mayoría de las veces, no se reconoce que estos riesgos estén relacionados con violaciones o ataques a la libertad académica. Una persona puede ser detenida por protestar en la calle y, la mayoría de las veces, el hecho de que sea un académico o académica no se denuncia ni se tiene en cuenta para caracterizar el asunto en los medios de comunicación o en los tribunales. Esto es algo que debe cambiar para que podamos abordar las implicaciones de tales ataques en el contexto correcto. Para aplicar herramientas como los Principios Interamericanos sobre Libertad Académica y Autonomía Universitaria, necesitamos saber que las violaciones ocurren en ámbitos de educación superior o que afectaron a personas vinculadas con estas instituciones.
Otro reto importante tiene que ver con la insuficiencia del seguimiento y la presentación de informes en la región. Debemos aumentar el número de miembros que contribuyen a este esfuerzo para comprender la dimensión del problema, la complejidad de los casos que enfrentamos y compartir los aprendizajes de cada situación. Para ello, parte del trabajo del CAFA tiene que ver con animar a nuevos socios y socias a participar en esta tarea.
¿Qué similitudes y diferencias ven en las restricciones que está sufriendo la Libertad Académica en las Américas en comparación con otras regiones del mundo? ¿Hay alguna dinámica específica de la región que la diferencia del resto?
En el contexto del trabajo de seguimiento realizado por SAR y otras organizaciones aliadas en todo el mundo, observamos similitudes en el tipo de ataques y estrategias invocadas por los regímenes autoritarios. Este trabajo implica la identificación, evaluación y seguimiento de incidentes relacionados con uno o más de los cinco tipos de conducta que pueden constituir violaciones de la libertad académica y/o de los derechos humanos de los miembros de las comunidades de educación superior: Asesinatos/violencia/desapariciones; encarcelamiento/detención indebidos; enjuiciamiento indebido; restricciones de viaje o movimiento; y despido por represalias/pérdida de puesto/expulsión de los estudios. Otros hechos significativos (notificados por SAR y sus aliados bajo el epígrafe «Otros») incluyen, por ejemplo, incidentes de ocupación militar de campus, violencia de género y represión significativa de movimientos estudiantiles.
Las instituciones de educación superior y las organizaciones de la sociedad civil latinoamericanas tienen una rica historia relacionada con la libertad académica, que incluye la innovación del modelo de universidad autónoma tras las reformas de Córdoba de 1918 y la acogida de académicos europeos refugiados en la década de 1930 en el Colegio de México, por nombrar sólo algunos ejemplos. Los ataques a la educación superior en la región incluyen la represión recurrente de la expresión estudiantil, entre ellos el asalto a los estudiantes de la UNAM en 1968, pasando por los recientes ataques a estudiantes en Nicaragua; los asesinatos, desapariciones, encarcelamientos y exilios por parte del Estado de académicos y estudiantes en las décadas de 1960, 1970 y 1980 en Cuba, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil; los ataques paramilitares de izquierda y derecha contra universidades en El Salvador y Colombia en los años 80 y 90; y las amenazas a la autonomía universitaria en los años 2000 hasta la actualidad, incluso en Venezuela y Brasil. Esta historia contribuyó a la evolución de mecanismos nacionales y regionales de derechos humanos altamente sofisticados que son clave a efectos de las acciones de defensa legal y la aplicación de los Principios Interamericanos. Esta es, de hecho, una particularidad que permite enfoques jurídicos que no son posibles en otras regiones y CAFA pretende utilizarla para avanzar en sus objetivos.
¿Quienes ( individuos o instituciones) y de qué manera pueden participar y apoyar el trabajo en la Coalición?
La Coalición es una red de personas que desean contribuir y abogar por el respeto de la libertad académica en la región de las Américas. Nuestra visión es apoyar una fuerte comunidad de defensores y defensoras, equipados con herramientas legales y prácticas para defender los entornos de educación superior donde trabajan, aprenden e intercambian ideas. Buscamos desarrollar formas dinámicas de intercambio de información entre los miembros, aprender unos de otros compartiendo experiencias y estrategias que puedan ser replicadas y/o ajustadas a diferentes contextos, y contribuir a la implementación de los Principios Interamericanos.
Los individuos de universidades y otras instituciones académicas u organizaciones que creen en la protección de la libertad académica pueden marcar la diferencia contribuyendo a nuestro trabajo de monitoreo, que está estrechamente vinculado al Proyecto de Monitoreo de la Libertad Académica de Scholars at Risk y sus Informes Free to Think (publicaciones anuales). Esto puede ser especialmente valioso para las clínicas jurídicas y de derechos humanos que operan en las universidades, que es un modelo que hemos desarrollado en la Universidad de Ottawa (Clínica de Derechos Humanos – Proyecto SAR en las Américas). Como en la mayoría de las regiones del mundo, las cifras de agresiones registradas no reflejan el alcance real del problema. Al aumentar la participación latinoamericana en el seguimiento de las agresiones, esperamos aumentar la concientización sobre este problema global y mejorar las respuestas al mismo.
Al unirse a CAFA, los miembros también pueden participar en investigaciones y publicaciones, así como en eventos, talleres y conferencias. En este contexto, la primera conferencia de la Coalición tuvo lugar en noviembre de 2022 y fue organizada por la Universidad de Monterrey. En primavera/verano de 2023 se publicará un número especial de la Revista Internacional de Derecho y Ciencias Sociales (Universidad de Monterrey) con una selección de las ponencias presentadas durante la conferencia. Esto es algo que seguiremos haciendo en el contexto de las futuras conferencias anuales de CAFA para fortalecer la erudición global sobre los valores universitarios, la libertad académica y la autonomía universitaria.
Otra forma importante en la que la gente puede implicarse es apoyando la acogida de académicos y académicas en situación de riesgo. Este es un aspecto clave de la labor de SAR, y apoyamos plenamente la creación de este tipo de puestos en toda la región para que los y las colegas que han sufrido amenazas y/o violencia puedan encontrar refugio y continuar su labor académica en mejores condiciones.